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Concepto
Un Contrato por Diferencias (CFD) es un instrumento de inversión derivado al contado, generalmente sin vencimiento, que permite realizar operaciones sobre los movimientos de los precios sin poseer el activo subyacente. Y es que el precio del CFD está vinculado al de su subyacente, el cual cotiza en un mercado organizado y del que conocemos su precio en todo momento.
Los CFDs son productos Over The Counter (OTC), es decir, no se negocian en mercados regulados sino que es un creador de mercado quien los emite y provee el precio.
Por otro lado, y tal y como su nombre indica, son contratos por diferencias, es decir, es un contrato entre dos partes que intercambian la diferencia entre el precio de entrada y el de salida, multiplicado por el número de acciones o índices que se acordaron. Por lo tanto, las pérdidas o ganancias derivan de la diferencia entre el precio al que fueron comprados y al que fueron vendidos.
Los CFDs son productos con apalancamiento, es decir, es posible mantener una posición sobre un activo sin desembolsar la totalidad del coste de este, simplemente el margen requerido para dicha operación. Esto es lo que dota a este instrumento de un elevado riesgo de que el inversor pueda perder su dinero rápidamente.
Cómo funcionan los CFDs
Ejemplo 1:
Operar con CFDs en situación de subida de un valor
- Ejemplo: queremos invertir por la subida de un valor aprovechando el apalancamiento que ofrecen los CFDs, y disponemos de 1.000 € en la cuenta.
Si se trata de un valor con elevada liquidez y poca volatilidad podríamos comprar aproximadamente por hasta 10 veces más el efectivo que tenemos, es decir, hasta 10.000 € en este caso. Al igual que en la compra de acciones, la plusvalía o minusvalía será la diferencia entre los precios de compra y de venta de cada CFD, menos las comisiones y costes de financiación.
Ejemplo 2:
Operar con CFDs en situación de bajada de un valor
- Ejemplo: queremos invertir por la bajada de un valor.
Luego, lo que haremos será vender primero los CFDs, con la esperanza de que la acción baje para recomprar posteriormente los CFDs más baratos, obteniendo así un beneficio. En caso de que el precio de la acción suba, compraremos el CFD más caro, teniendo una pérdida. Igual que en el caso anterior, si quisiéramos adoptar una posición bajista en ese mismo valor, con 1.000 € en la cuenta podríamos vender por hasta 10.000 €.
Riesgos de operar con CFDs
Los CFDs son productos difíciles de entender, la CNMV considera que no son adecuados para inversores minoristas debido a su complejidad y riesgo. Los CFD implican un riesgo, del mismo modo que cualquier producto financiero: si el mercado se mueve en tu contra, pierdes dinero. No obstante, los riesgos asociados con los CFD pueden ser aún mayores porque son productos apalancados.
El apalancamiento te permite obtener una gran exposición a un mercado financiero mientras utilizas solo una suma de capital relativamente pequeña. De esta manera, el apalancamiento incrementa el rango de ganancias y pérdidas.
A pesar de que solo depositas una pequeña parte del capital para abrir una posición, tus ganancias o pérdidas están basadas en el valor total de la exposición. Por lo tanto, el importe que ganas o pierdes puede ser relativamente alto comparado con el depósito inicial, y ese es el principal riesgo de los CFDs.
¿Qué puedo hacer para controlar mi exposición al riesgo?
De acuerdo con la advertencia a los inversores de 28/02/2013 de la ESMA (European Securities and Markets Authority):
Debería leer detenidamente su acuerdo o contrato con el proveedor de CFD antes de adoptar una decisión de inversión. Debería asegurarse de comprender, al menos, lo que sigue:
- Los costes de las operaciones con CFD con el proveedor de los mismos;
- Si el proveedor de CFD informa o no sobre los márgenes que aplica a sus operaciones;
- El modo en que el proveedor de CFD determina los precios de estos contratos;
- Qué sucede si usted mantiene su posición abierta de un día para otro;
- Si el proveedor de CFD puede modificar o volver a cotizar el precio una vez que usted haya realizado una orden;
- Si el proveedor de CFD ejecutará o no sus órdenes aún cuando el mercado subyacente se encuentre cerrado;
- Si existe o no un régimen de protección de inversores o depósitos en caso de que surjan problemas de contraparte o con los activos de los clientes.
“No tenemos que ser más inteligentes que el resto, tenemos que ser más disciplinados que el resto”.
Warren Buffet
Cristina Bartés
Chief Operating Officer
DISCLAIMER: La información y opiniones del presente artículo tienen carácter informativo, sin intención de influir en cualquier decisión comercial y no representan una recomendación personalizada de inversión ni de asesoramiento, dado que no se ha tenido en cuenta la situación financiera, los objetivos de inversión u otras necesidades personales de ningún inversor en particular y no constituyen ni pueden interpretarse como una oferta, invitación o incitación para la venta, compra o suscripción de valores, productos o servicios financieros, ni su contenido constituirá base de ningún contrato, compromiso o decisión de cualquier tipo. Su finalidad es mantener informados a los clientes de Aston Dealers® Business Academy sobre noticias o información correspondiente a los mercados financieros y por tanto los destinatarios de la presente comunicación deben consultar con sus propios asesores legales, fiscales o de cualquier otro tipo sobre las implicaciones de invertir en cualquiera de los productos o activos, que en su caso, se mencionen en el artículo.