A menudo los alumnos ya formados en Análisis Técnico, y con resultados más o menos consistentes en cuenta real, llegan a un punto de desistimiento, un punto “muerto” en el que, tras hacer balance de lo ganado y lo perdido en su camino, no sienten la confianza suficiente de que estén en “lo correcto”, es decir, que quieran continuar porque el trading realmente les compensa.
Llegados a este punto, que experimentamos todos los traders en un momento u otro, es el momento de hacerse las preguntas correctas. La pregunta más reveladora que uno puede hacerse es:
¿Estoy haciendo todo lo que está en mis manos para conseguir lo que quiero?
Siendo honestos con nosotros mismos, el 90% de las ocasiones, el alumno responde a la pregunta reconociendo que no siempre está poniendo todo el esfuerzo y empeño en aprender el oficio de trader, lo que le convierte en un aficionado o amateur, y no en un trader profesional y comprometido.
Para llegar a ser el operador consistente que deseamos ser, hay que hacer un trabajo de crecimiento personal, en donde se verán comprometidos valores tan serios como la paciencia, la capacidad para la toma de decisiones de manera autónoma o la resiliencia. Y para eso, solamente hay un único secreto: la práctica.
Si hacemos revisión de cuál es la característica común a todos los seres más exitosos de la historia, encontraremos que alguno tiene de manera innata un talento especial que nadie tiene, pero lo que todos tienen es espíritu de constancia y superación, de modo que su triunfo no radica tanto en un don innato sino en la práctica continua y repetida de ciertas acciones.
“Si repites algo cada día en la misma situación, se convierte en una reacción automática ante dicha situación”
Jane Wardle, “Cómo se forman los hábitos: modelando la formación de hábitos en el mundo real”, publicado en la Revista Europea de Psicología Social
Todo es un tema de foco y concentración. Podemos decir en ese sentido que los hábitos son los cimientos sobre los que se construye ese pilar de alto rendimiento que llamamos disciplina. La clave para conseguir esa disciplina es forjarla desde el deseo, no desde la obligación moral o socialmente impuesta (recordemos la influencia del qué dirán de mí si saben los demás que mi trading es un fracaso).
Cuando nuestros pensamientos se enfoquen en el “para qué” hago lo que hago (meta, objetivo), y ese “para qué” nos enamore, nos apasione y nos vuelva locos, entonces estaremos dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para conseguirlo. En este momento es cuando los hábitos empiezan a transformarse para pasar a ser de carga pesada y fastidiosa a un aliado perfecto para conseguir los resultados que buscamos.
La disciplina es ejecutar automáticamente y sin pensar, sin gastar energía emocional. Y, para hacer sin pensar, es necesario desear, así como estar convencido y seguro de lo que se desea.
Siémbrese una acción y se recogerá un hábito; siémbrese un hábito y se recogerá un carácter; siémbrese un carácter y se recogerá un destino.
William James, “Principios de Psicología” (1980)
Desde el Coaching, fomentamos a nuestros alumnos a que no piensen de sí mismos que no son capaces de cambiar (“yo no valgo para esto”, “soy demasiado tonto/despistado/vago”). Lo seres humanos tenemos la facultad de renovarnos a nosotros mismos, podemos evolucionar porque poseemos el potencial y la aptitud para transformarnos en la persona a la que aspiramos. A algunos les será más fácil que a otros, pero las herramientas para conseguirlo las tenemos todos y no son desconocidas: la fuerza de la repetición, la activación de nuevas sinapsis viviendo nuevas experiencias o estudiando nuevos conocimientos y la atención plena en nuestro entorno (mindfulness) de la que hablamos en este post: “Trading y Mindfulness”.
Y para cerrar el artículo de hoy:
«No te permitas ninguna excepción hasta que el nuevo hábito esté realmente implantado en tu vida. Cada recaída es como dejar caer un ovillo que estás tratando de enrollar; un simple descuido logra deshacer muchas de las vueltas que pasaste horas liando. La continuidad del entrenamiento es la clave que hace que el sistema nervioso funcione de forma infalible».
William James: “Hábito” –incluido en el capítulo IV de “Principios de psicología” de 1980.
Cristina Bartés
Chief Operating Officer at Aston Dealers® Business Academy
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