Chris Gardner y su historia de superación personal

 

 

 

Christopher Paul Gardner más conocido como Chris Gardner tiene hoy día 67 años y su historia es, sin duda, de éxito: pasó de no tener dinero para vivir a ser actualmente un multimillonario emprendedor de los más conocidos en Estados Unidos.

En la infancia, Chris Gardner vivió situaciones muy complicadas. Fue criado en condiciones de pobreza por su madre Bettye Jean y un padrastro alcohólico que lo maltrató físicamente. Su madre significó para él una gran inspiración, y a pesar de estar en un matrimonio infeliz con su padrastro, le enseñó a creer y confiar en sí mismo. De hecho, cuando Gardner se refiere a su madre en público siempre la recuerda diciéndole: “Hijo, si crees que puedes hacerlo, lo harás”.

Un evento crucial en su vida ocurrió después de una visita de rutina al Hospital General de San Francisco, momento en el que observó un hombre de traje con un Ferrari rojo. Gardner asegura que le ofreció la plaza de parking en donde estaba aparcado a cambio de que le diera respuesta a dos preguntas: “¿Qué haces y cómo lo haces?”.

Este hombre de traje se trataba un importane corredor de bolsa llamado Bob Bridges. ¿Casualidad? Bob Bridges fue quien introdujo a Gardner en el mundo de las finanzas.

Aún así, la tranquilidad para Gardner estaba a kilómetros de distancia. Poco después, Gardner fue encarcelado durante 10 días por una deuda de 1.200 dólares, al tiempo que su pareja, Jackie Medina, lo abandonó a él junto con su hijo, expropiándole de todas sus pertenencias.

Aún así, Gardner siguió luchando. Tras salir de la cárcel fue contratado por la financiera internacional Dean Witter Reynolds como aprendiz por 1.000 dólares al mes, que apenas le llegaban para mantenerse.

Posteriormente, en 1982, superó el examen para obtener la licencia de corredor de bolsa y obtuvo un empleo en esa misma compañía; Dean Witter Reynolds.

Cinco años después decidió establecer su propia firma de bolsa de valores llamada «Gardner Rich & Co». Tenía solo 34 años cuando ganó su primer millón de dólares.

El hecho que Gardner tuvo una muy difícil niñez y que estuvo en la cárcel poco antes de su pasantía en Dean Witter Reynolds explica por qué Hollywood se interesó en la autobiografía que escribía Gardner y que se convirtió en un éxito de ventas: The Pursuit of Happyness (“La búsqueda de la felicidad”).

La película del mismo nombre se lanzó en 2006, con Will Smith, que recibió una nominación al Oscar de Mejor Actor por su interpretación de Gardner.

 

Su aleccionadora biografía es una de las más emotivas historias de la vida real para reflexionar. Disciplina, superación personal, perseverancia, constancia, confianza en uno mismo. Recuerda: si crees que puedes hacerlo, lo harás. 

 

Cristina Bartés

Chief Operating Officer

DISCLAIMER: La información y opiniones del presente artículo tienen carácter informativo, sin intención de influir en cualquier decisión comercial y no representan una recomendación personalizada de inversión ni de asesoramiento, dado que no se ha tenido en cuenta la situación financiera, los objetivos de inversión u otras necesidades personales de ningún inversor en particular y no constituyen ni pueden interpretarse como una oferta, invitación o incitación para la venta, compra o suscripción de valores, productos o servicios financieros, ni su contenido constituirá base de ningún contrato, compromiso o decisión de cualquier tipo. Su finalidad es mantener informados a los clientes de Aston Dealers® Business Academy sobre noticias o información correspondiente a los mercados financieros y por tanto los destinatarios de la presente comunicación deben consultar con sus propios asesores legales, fiscales o de cualquier otro tipo sobre las implicaciones de invertir en cualquiera de los productos o activos, que en su caso, se mencionen en el artículo.

 

Coaching financiero: qué es y cómo te puede ayudar

 

 

La palabra coach viene de la palabra francesa coche que el diccionario Petit Robert define así: “gran coche tirado por dos caballos que servía al transporte de los viajeros”. El coach, en su concepto moderno, sigue siendo un vehículo, una persona que nos lleva a recorrer el camino de la evolución en la búsqueda de nuestra autonomía, del despliegue de nuestro talento y de nuestro desarrollo personal.

Aplicado al ámbito de las finanzas, un coach financiero es aquél profesional que mediante el método socrático de preguntas y respuestas, te acompaña en el proceso de búsqueda de las estrategias necesarias para poner en orden tus finanzas personales y conseguir tus metas u objetivos financieros a medio, corto y largo plazo. ¿A veces te cuesta llegar a fin de mes? ¿No consigues ahorrar a pesar de que te lo propones? ¿No sabes realmente en qué gastas el dinero? ¿Quieres invertir, pero no te atreves o no sabes cómo dar el primer paso? Un coach financiero hará que te replantees tu relación con el dinero.

La asesoría, la consultoría, la formación, el mentoring, las recomendaciones o los consejos, las terapias psicológicas o las tareas de supervisión de una persona hacia otra no deben confundirse con el coaching. El coaching es una disciplina per se, con su propia naturaleza y reglas de funcionamiento, y tiene una característica que lo hace verdaderamente especial: el mover a la acción, el incitar a la persona a que actúe. No en vano, todo proceso de coaching debe enfocarse a lo que llamamos un Plan de Acción. Porque sin acción no hay cambio.

En el caso del Plan de Acción Financiero, según apunta el Instituto de Finanzas y Empresas (IFE), consta de las siguientes fases:

  • Análisis inicial: se realiza un estudio de la situación financiera de la persona que incluye: su cuenta de resultados; un estudio de los activos, pasivos y balance patrimonial; la realización de un balance personal general; la relación entre los ahorros y los ingresos y los niveles permitidos de deuda y la evaluación del presupuesto.
  • Estudio del riesgo: el manejo del riesgo es una parte importante dentro de la planificación financiera ya que ayuda a evitar que los acontecimientos no esperados afecten a la economía personal y familiar. El profesional ayuda a poner en marcha un plan para mitigar los riesgos y tener una cobertura financiera en caso de que llegue algún imprevisto. En esta etapa, también entraría la planificación de seguros.
  • Identificación y cuantificación de metas financieras: el coach guía a la persona, en esta fase, para que consiga sus objetivos económicos: desde la adquisición de una vivienda hasta un plan para el retiro, pasando por los impuestos, la sucesión o la planificación de metas de ahorro.
  • Plan financiero: identificar las estrategias necesarias para alcanzar las metas con una visión objetiva y establecer un plan de acción. Si, por ejemplo, la persona quisiera invertir una parte de su dinero, su plan de acción pasaría por establecer la cantidad que va a destinar a la operación, su perfil de inversor, el horizonte temporal y las opciones que le ofrece el mercado para diseñar su cartera de inversiones.

En definitiva, pon un coach financiero en tu vida si necesitas aprender a tener un control sobre tus finanzas, mejorar o cambiar tu relación con el dinero y conseguir unas metas financieras realistas, que te brinden la estabilidad y la tranquilidad necesarias para vivir sin sustos financieros.

 

Cristina Bartés

Chief Operating Officer

 

DISCLAIMER: La información y opiniones del presente artículo tienen carácter informativo, sin intención de influir en cualquier decisión comercial y no representan una recomendación personalizada de inversión ni de asesoramiento, dado que no se ha tenido en cuenta la situación financiera, los objetivos de inversión u otras necesidades personales de ningún inversor en particular y no constituyen ni pueden interpretarse como una oferta, invitación o incitación para la venta, compra o suscripción de valores, productos o servicios financieros, ni su contenido constituirá base de ningún contrato, compromiso o decisión de cualquier tipo. Su finalidad es mantener informados a los clientes de Aston Dealers® Business Academy sobre noticias o información correspondiente a los mercados financieros y por tanto los destinatarios de la presente comunicación deben consultar con sus propios asesores legales, fiscales o de cualquier otro tipo sobre las implicaciones de invertir en cualquiera de los productos o activos, que en su caso, se mencionen en el artículo.

 

Inteligencia financiera: qué es y cómo mejorarla

 

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¿Qué es la Inteligencia Financiera?

La inteligencia financiera es la habilidad que poseemos las personas para resolver los problemas relacionados con el dinero. Este tipo de inteligencia no es una cualidad innata en el ser humano, sino que es un músculo que se puede trabajar y entrenar y, aunque depende de la psicología de cada persona y su autocontrol, siempre puede mejorarse con la formación y el asesoramiento adecuados.

La inteligencia financiera no tiene nada que ver con la inteligencia emocional o el coeficiente intelectual de cada uno. Existen personas brillantes en el campo psico-emocional o en el intelectual, pero que no son capaces de generar dinero de forma sostenida en el tiempo, han recurrido al crédito más de lo debido, no son capaces de tener trabajos estables (por lo que no tienen una fuente constante de ingresos), el dinero les quema en las manos (por lo que carecen de ahorros), hacen malas inversiones, asumen muchos o pocos riesgos o bien ahorran tanto y son tan tacaños que el dinero se convierte en una obsesión y una fuente de sufrimiento y agobio para esas personas.

Aunque en el colegio y a lo largo de nuestra vida académica aprendemos muchas cosas útiles, lo cierto es que la mayoría de las personas no reciben una formación adecuada en materia de economía. En consecuencia, nos encontramos con adultos que no están capacitados para tomar decisiones responsables con respecto a su dinero, repercutiendo negativamente en sus relaciones de amistad, pareja, familia, hijos, trabajo, etc.

¿Por qué es importante la inteligencia financiera?

La inteligencia financiera ayuda a tomar mejores decisiones, tanto en el plano personal, como en el profesional. Seguro que conocéis casos de personas que han llevado a la ruina a sus socios, familiares que han arrastrado a miembros de su familia a la pobreza económica, personas que han dilapidado el patrimonio de su pareja, amigos que han pedido dinero y jamás lo han devuelto. Estas situaciones son ejemplos no solamente de una mala gestión financiera, sino también de relaciones familiares, empresariales, de amistad y de pareja totalmente arruinadas. De ahí que no solo sea importante ver las consecuencias que una mala gestión financiera puede tener en lo financiero, sino también en muchas otras áreas de nuestras vidas.

Entrevista de Harvard Business Review a Joe Knight, uno de los autores de “Financial Intelligence”, la serie de libros dirigida a emprendedores, profesionales y ejecutivos sobre inteligencia financiera.

¿Cómo desarrollar la inteligencia financiera?

Los consejos que da Kiyosaki al respecto en realidad son muy simples, y a la vez muy eficaces. En primer lugar, la inteligencia financiera se adquiere a base de asumir retos y de ponerse manos a la obra, no delegando en otros nuestras responsabilidades financieras. Por lo tanto, hablamos de una actitud responsable frente a nuestras finanzas, puesto que al fin y al cabo, son nuestras y de nadie más. En segundo lugar, la inteligencia financiera se consigue mediante el asesoramiento, mediante la formación en aspectos económico-financieros que nos brinde luz y consciencia sobre los riesgos que entrañan nuestros movimientos vinculados con el dinero.

¿Qué es importante que recuerdes?

Toma conciencia del dinero

Actualmente tenemos créditos bancarios pre concedidos, en los que basta hacer 4 clicks para tener el dinero en la cuenta. Los bancos, facilitan cada vez más, la financiación, lo que provoca que con frecuencia no valoremos realmente el dinero. Sin embargo, para incrementar tu inteligencia financiera deberías valorar el esfuerzo que existe detrás de cada euro que tienes en tu cuenta bancaria. Tener dinero ahorrado toma su tiempo y no deberíamos incurrir en gastos superfluos. No hay que vivir bajo ningún concepto por encima de tus posibilidades. 

Recurre al crédito solo en última instancia

Recuerda que el quid del crédito no es pedirlo, sino pagarlo. Si bien a primera instancia nos puede parecer que el dinero que conseguimos solicitando un préstamo nos va a dar recompensa inmediata, y nos va a dar ese respiro que buscamos, el crédito en sí es una arma de doble filo, puesto que mina por completo la libertad financiera. La mejor recomendación es que si quieres comprar algo y no tienes dinero, mejor ahorrar y comprarlo después. Recurre al crédito únicamente cuando no te quede más remedio y sobre todo, valora cuán de necesario es para tu salud y la de los tuyos ese dinero que pides financiado.

Aprende a ahorrar

¿Por qué nos cuesta tanto ahorrar? Dejando al margen el eterno debate sobre el consumismo actual, lo que es innegable es que los reducidos salarios, juntos con los elevados gastos o costes cotidianos, hacer un colchón económico se convierte en una odisea. Ahorrar no debe ser un sacrificio, pero sí un compromiso. Un compromiso firme, aunque la cantidad que se pueda ahorrar cada mes sea pequeña. Es indiferente si el ahorro lo separas justo al cobrar o tras deducir los gastos del mes, porque lo importante es comprometerse a ello. Para los que están desanimados porque sólo pueden ahorrar una cantidad muy pequeña al mes. Recordar cómo trabajan las hormigas: de forma continuada en el tiempo y de poco en poco, para que compense a lo largo del tiempo.

Pon a trabajar tu dinero

El dinero que ahorras debería darte un rendimiento. De otra forma, si está parado, estás perdiendo parte de tus ahorros pagando comisiones y sufriendo las consecuencias de la inflación. Es la hora de poner tu dinero a trabajar.

Tienes muchas alternativas en función del riesgo que estés dispuesto a aceptar y lo que quieras ganar: planes de pensiones, PIA, invertir en bolsa, fondos de inversión, crowdfunding, criptomonedas, etc. Existen muchas estrategias de inversión que pueden ser interesantes para ti.

A partir de ahora, ya sabes: en cuestiones de dinero, actúa desde la inteligencia financiera, y no desde el corazón.

 

Cristina Bartés

Chief Operating Officer

 

Curso de Bolsa Aston Dealers

 

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Querer recuperar lo perdido es perder el doble

 

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La ansiedad por recuperar es uno de los sesgos conductuales más perversos en los que podemos incurrir los traders. Querer recuperar lo perdido provoca vivir en la angustia por abrir obligatoriamente posiciones en el mercado, sostener pérdidas hasta límites totalmente desfasados, sufrir, estresarse y cerrar rápido las ganancias por miedo a perderlas, poner en riesgo el capital depositado más de lo técnicamente debido, y en definitiva, perder el foco, es decir, la necesaria claridad a la hora de encontrar oportunidades de entrada a mercado durante la sesión. Además, las ansias por recuperar nos fuerzan a pasar horas delante de la pantalla dudando, sin saber que hacer, pero con ese comecocos interno de que tienes que ganar “x” + “todo lo perdido”. ¿En qué momento uno, cuando inició su andadura como trader, imaginó toda esta vorágine de sensaciones?

El siguiente enemigo que hay que mencionar cuando operamos es la gestión del PERDER, íntimamente vinculada con el RECUPERAR. La pérdida es siempre dolorosa, sea del tipo que sea. No conozco a nadie que haya perdido algo o alguien y se haya puesto contento. En el ámbito del trading la pérdida es inevitable, en algún momento uno va a perder, porque siempre hay elementos que escapan de nuestra previsión y análisis. De ahí la importancia de colocar stops o cualquier sistema de protección frente a pérdidas. Aunque la pérdida nos parezca Satanás, la pérdida entraña un valor en la medida en que supone, y debe suponer, un elemento transformador, un elemento de aprendizaje, de evolución a la siguiente pantalla del juego. Y a esa pantalla se llega una vez se ha superado la prueba del duelo bien trabajado. En este sentido, seguir operando justo después de una pérdida que no se acepta, no va a provocar otra cosa más que seguir intentándolo para recuperar lo perdido. ¡STOP! Trabaja el duelo y transforma ese dolor en aceptación y aprendizaje.

Los duelos, por muy dolorosos y complicados que resulten, pueden ser oportunidades excepcionales para nuestro crecimiento personal y realización, siempre y cuando seamos capaces de afrontarlos y de integrar la correspondiente pérdida a nuestra formación como traders. Y para eso hace falta valor, hace falta saber parar. Si no abordamos bien emocionalmente la pérdida, llegaremos a punto de desistimiento, de renuncia y de fatiga mental que no es necesario, que se puede evitar, porque el trading no tiene que ser emocionante, el trading tiene que ser hasta aburrido, mecánico, muy regulado. De lo contrario, no hacemos trading, solamente alimentamos a los brokers.

¿Qué te puede ayudar a trabajar bien el duelo?

  1. Identifica dónde te has equivocado de acuerdo con los elementos de análisis técnico que ya conoces
  2. Valora la magnitud del error, teniendo en cuenta el money y risk management
  3. Averigua en qué momento exacto pierdes el control de tu cuenta y te dejas llevar por las emociones
  4. Practica mil y una veces el momento exacto en el que debes soltar la mano del ratón como si fuera un enjambre lleno de abejas.

Recuerda: querer recuperar lo perdido es perder el doble; es operar bajo la esclavitud del comportamiento obsesivo. Tu obsesión debe estar en trabajar bien, en dominar los elementos de análisis técnico, fundamental y emocional. Y si eso implica parar; dejar de operar para luego reemprender el viaje, bienvenido sea. Desde aquí reivindico el arte de saber detenerse para reflexionar, reconducir, recargar motivación y continuar evolucionando. Es entonces, y sólo entonces, cuando los buenos resultados llegan.

 

Cristina Bartés

Chief Operating Officer at Aston Dealers® Business Academy

 

 

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El paso de cuenta DEMO a cuenta REAL

 

Leemos con frecuencia listados de habilidades y características que debe tener y emplear un trader para conseguir resultados de manera consistente, pero pocas veces se recoge la idea verdaderamente importante:

 

¿Cómo un trader podrá crear estas habilidades y actitudes emocionales que son necesarias para tener éxito?

Al margen de la eterna discusión sobre si el trader nace o se hace, es decir, si el buen trader tiene o no una predisposición genética que lo hace hábil en esta disciplina, me voy a enfocar en los que tienen el objetivo de ser traders y están comprometidos a trabajar tanto como sea necesario para conseguirlo.

El primer – y gran – paso para crear la piscología favorable al trading está en reconocer que probablemente el único problema en el trading es uno mismo, así como también su posible solución. Es posible que una persona ya tenga experiencia en trading de unos cuantos años, y que incluso tenga éxito de forma sostenida en el tiempo operando con una cuenta DEMO, lo cual indica que esa persona domina los fundamentos de análisis técnico y fundamental y que incluso tiene testeada a la perfección su estrategia. Sin embargo, en el momento de entrar en real y operar con dinero de verdad, se destapan toda una serie de “verdades no examinadas” hasta el momento por el trader.

Esas “verdades no examinadas” tienen que ver con la gestión emocional del miedo, la incertidumbre y la preocupación.

En este tema hay que partir de una premisa fundamental: no percibimos una realidad objetiva de lo que pasa, sino que el “yo” siempre acompaña a nuestras experiencias con su propia interpretación. Y los grandes, en cualquier dominio, no son grandes precisamente por cuánta teoría o conocimientos tengan, sino por la inteligencia emocional que tienen para usar esa teoría y conocimientos y convertirlos en máximo rendimiento.

La buena noticia es que llegar a esta situación se puede entrenar, porque en el caso que estamos examinando del trader que pasa a real, no es que no sepa operar, sino que no ha aprendido todavía a operar en un entorno de incertidumbre.

Cuando hay incertidumbre, hay inseguridad, y cuando hay inseguridad, el cerebro humano responde con miedo. El pan de cada día en los mercados financieros.

Por todo ello, el foco de trabajo del trader debe estar en reestructurar esas creencias (esa interpretación subjetiva de la que hablábamos) en entornos de incertidumbre para que de ahí salgan las habilidades emocionales que le están faltando al trader. Es lo que autores como Alexander Elder tratan bajo el concepto MINDSET.

 

¿Y eso cómo se consigue?

Mi propuesta llegados a este punto es un trabajo enfocado en el cambio de observador, es decir, lograr transitar desde el estado emocional del miedo, la seguridad y la desconfianza hacia el estado emocional de la imparcialidad, disciplina, paciencia y voluntad. Y en ese tránsito, hay que reestructurar todas esas preocupaciones que nos hicieron dudar u operar de manera impulsiva y descontrolada, permitiendo que el miedo o la avaricia anulen nuestra capacidad de pensar, nuestro raciocinio.

Llegar a la imparcialidad y disciplina necesarias para el trading es como pedirle a un caballo que mantenga la calma y que salga del granero valorando las diferentes opciones cuando el granero está en llamas. La dificultad está servida.

Un trader realmente bueno, un trader entrenado en observar los comportamientos de los mercados, percibe e interpreta lo que ve de forma muy distinta a cómo lo ve un trader cuya mente está encasillada en el miedo, en el apego al dinero, en actitudes egocéntricas. Observadores muy diferentes con resultados muy diferentes. El desarrollo de la atención plena, es decir, entrenarse en estar atento y observar el ir y venir no sólo de los activos financieros que estemos analizando, sino el ir y venir de nuestros propios pensamientos como si fuéramos un espectador, en vez del protagonista, suele ser una técnica más que recomendada y recurrida en coaching.

La observación atenta distingue los pensamientos limitantes de los posibilitadores, coloca al “yo” en una perspectiva de tercero y ahí es cuando estamos empezando a abrirle el camino a la neutralidad, a la imparcialidad, a a paciencia, al buen hacer. Ahí es cuando, en definitiva, la puerta al cambio se abre. ¿Lo probamos?

 

Cristina Bartés

Chief Operating Officer

 

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