¿Adicto al trading?

 

“Algunos inversores arriesgan mucho dinero, calculando poco los riesgos y buscando ganancias rápidas, así como elevados niveles de excitación. Estas personas juegan exactamente igual que lo harían en un casino o a cualquier otro tipo de juego con apuesta. Su conducta cumple estrictamente los criterios de juego patológico de los manuales diagnósticos de los trastornos mentales

Fuente: https://ccpg.org/

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Es una enfermedad progresiva y fatal, caracterizada por episodios continuos de descontrol, distorsiones del pensamiento y negación ante la enfermedad.

 

Trasladado al mundo de las inversiones, la adicción a la inversión en Bolsa (mercado de valores), también llamada adicción al trading, se caracteriza por un comportamiento impulsivo y una necesidad apremiante de realizar inversiones, con pérdida del autocontrol. La persona con adicción al trading no puede limitar sus inversiones de manera razonable, lo cual le provoca graves consecuencias, obviamente en el plano económico, pero también en el terreno emocional. La persona que padece esta adicción ha entrado en una espiral de revancha, de obsesión mal entendida y de insatisfacción continua que busca compensar de forma incansable. Esa persona no se da cuenta de que cada vez necesita más adrenalina y operar con posiciones cada vez más arriesgadas o que requieren mayor inversión de capital, para obtener la misma satisfacción (recompensa emocional). Por ello, al igual que las adicciones a substancias, en esta adicción, también existe un síndrome de tolerancia y de abstinencia.

 

“Hay un crudo paralelismo entre un alcohólico y un trader cuya cuenta está siendo demolida por las pérdidas. Continúa cambiando de táctica, actuando como un alcohólico que intenta resolver su problema pasando de los licores fuertes a la cerveza. Un perdedor niega haber perdido el rumbo en el mercado”.

Alexander Elder

 

Para operar eficientemente en el ambiente tan volátil de los mercados financieros necesitamos reglas y límites que guíen nuestro comportamiento, en forma de una estricta disciplina y de una clara perspectiva, para que siempre operemos en los mercados financieros con enfoque. No es ni más ni menos que eso. Algunas personas se encabezonan con encontrar el Santo Grial en una especie de método, fórmula o pócima mágica que los lleve al olimpo de los traders, sin prestar atención a la gran importancia de la definición de una estrategia de entrada a mercado, que tenga en cuenta las variables estrella en inversiones: uno, el ratio riesgo/beneficio y dos, las órdenes de Stop Loss (o cualquier otro sistema de protección de las pérdidas).

Y, ¿para qué una definición de la estrategia? La respuesta tiene mucho que ver con el autocontrol. Bien sabemos que, aunque conduzcamos un coche que alcance los 400 km/h, no podemos conducir por una vía interurbana a esa velocidad, por mucho que nos guste esa sensación de adrenalina. Debemos controlarnos, por nuestra seguridad, en este caso física, y la de los demás. En inversiones y trading es parecido, en tanto que debemos controlarnos, por nuestra salud mental y nuestro bolsillo, por mucho que nos guste ganar y tener dinero, que eso lo queremos todos.  

La persona que está “enganchada” a los mercados financieros necesita entrar a mercado aún y cuando no detecte oportunidades de inversión (los famosos setups), sintiéndose recompensado emocionalmente si esa entrada dio resultados positivos finalmente, y con ganas de recuperar lo perdido si la entrada dio pérdidas. Un buen control de riesgos siempre es necesario y debe ser una regla fundamental de nuestro sistema como inversores. Si por lo menos conseguimos preguntarnos antes de entrar a mercado cuál es nuestro ratio riesgo/beneficio, conseguimos experimentar esa duda en nuestro cerebro, deteniendo el impulso, y hacer que nuestra cabeza se centre en valorar si esa entrada merece la pena, en vez de tenerla puesta en que “si no entro, voy a perder esa oportunidad”, “si no entro, parece que no haya hecho nada en todo el día”, “entro porque necesito sentir la adrenalina de tener una posición abierta”, etc.

 

Permíteme una recomendación: enfréntate a los conflictos y no intentes negarlos con excusas o delegando la culpa, esto es, la responsabilidad, en los demás. Enfoca tu atención en lo que exactamente estás intentando conseguir cada vez que abres una posición en un mercado. Debes cuestionarte cual es tu expectativa de beneficio; qué esperas tú de ese valor o activo en el que has invertido. Sigue estrictamente las reglas de tu sistema como inversor y lleva un diario de todas tus operaciones. Observa las emociones que sientes cuando operas (pérdida de control, ansiedad, insomnio, irritabilidad, inestabilidad emocional, dificultades de comunicación con las personas de tu entorno) y anótalas en el diario, de esta manera analizarás lo que pasa por tu mente en cada momento. Recuerda que lo que pasa en tu mente es igual de importante que lo que pasa en el gráfico.

 

Si dejas que tus emociones interfieran en tus inversiones, ya has perdido la batalla. Ser inversor puede ser una profesión noble y maravillosa pero también un desafío vital, un reto de ti como persona, en el que se pondrá en cuestión tu paciencia, tu resiliencia, tu disciplina, tu capacidad de autocontrol, tus expectativas, tu ego, tus miedos, tu manejo de la incertidumbre. Sin duda, una buena dosis de crecimiento personal.

 

Y por último, ¿Cómo sé si soy adicto a las inversiones en bolsa? Esta cuestión debe analizarla siempre un profesional de la salud y suele ayudar a conocer la respuesta si se responde afirmativamente a buena parte de las siguientes preguntas:

  1. ¿No puedes dejar de realizar operaciones en la Bolsa pese a los problemas que ello te está creando?
  2. ¿Cada vez te resulta más difícil no estar pendiente de lo que ocurre en el mercado bursátil?
  3. ¿Cada vez te gastas más dinero en las operaciones de bolsa?
  4. ¿Te sientes intranquilo o irritable si no sabes lo que está pasando en la Bolsa?
  5. ¿Cada vez pierdes más dinero jugando a la Bolsa y tienes la necesidad de continuar comprando nuevos valores para compensar las pérdidas?
  6. ¿Cada vez empleas más tiempo en consultar noticias relacionadas con la economía y/o Bolsa?
  7. ¿Ocultas a tus familiares y amigos la cantidad de tiempo y de dinero dedicados a las operaciones bursátiles?
  8. ¿Tienes problemas económicos debidos a la cantidad de dinero invertido en la Bolsa?
  9. ¿Pides dinero prestado, de forma legal o a través de otras fuentes, para financiar tus operaciones bursátiles?
  10. ¿Te resulta difícil estar centrado o has dejado de realizar otras actividades (trabajo, ocio, amistades, etc.) por estar conectado a las informaciones financieras relacionadas con la Bolsa?

 

Fuente del cuestionario: https://adiccionesvalencia.es/como-se-si-soy-adicto-a-las-inversiones/

 

Cristina Bartés

Chief Operating Officer at Aston Dealers® Business Academy

 

DISCLAIMER: La información y opiniones del presente artículo tienen carácter informativo, sin intención de influir en cualquier decisión comercial y no representan una recomendación personalizada de inversión ni de asesoramiento, dado que no se ha tenido en cuenta la situación financiera, los objetivos de inversión u otras necesidades personales de ningún inversor en particular y no constituyen ni pueden interpretarse como una oferta, invitación o incitación para la venta, compra o suscripción de valores, productos o servicios financieros, ni su contenido constituirá base de ningún contrato, compromiso o decisión de cualquier tipo. Su finalidad es mantener informados a los clientes de Aston Dealers® Business Academy sobre noticias o información correspondiente a los mercados financieros y por tanto los destinatarios de la presente comunicación deben consultar con sus propios asesores legales, fiscales o de cualquier otro tipo sobre las implicaciones de invertir en cualquiera de los productos o activos, que en su caso, se mencionen en el artículo.

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