El inversor internacional George Soros – quizás tan sólo un paso por detrás del mítico Warren Buffett – ha entrado en Grifols como inversor con una adquisición de acciones por un valor de más de 42 millones de Dólares. La farmacéutica española que cotiza en el NASDAQ norteamericano y en la bolsa española está especializada en hemoderivados y mantiene una posición de preeminencia en este campo de la medicina y farmacia. El problema puede venir a la hora de valorar de qué manera este respaldo de Soros puede afectar a la cotización de Grifols.
La respuesta es de ninguna manera especial porque los objetivos tanto de Soros como de Grifols son en el medio y largo plazo (más información a este respecto en el artículo “Inversiones. ¿Qué esperar de ellas?”). Por ello, el horizonte de inversiones productivas de la compañía tiene como objetivo el 2022; además de un próximo desembarco en China; circunstancia esta que no está beneficiando a la compañía farmacéutica dada la situación con la guerra de aranceles entre Washington y Beijing.
No obstante, y a pesar del largo plazo también es verdad que la entrada del magnate ha sido muy táctica. Dos meses antes de la publicación de resultados y dos semanas anteriores al pago de los dividendos. Probablemente con el fin de aprovechar la bajada del precio de la compañía derivada de la volatilidad provocada por los cazadores de dividendos para fondos.
Desde el punto de vista técnico, Grifols ofrece una imagen clara en cuanto a soportes y más clara todavía en lo que se refiere a objetivos alcistas a medio plazo que pasan por recuperar la altura de la directriz alcista que se sitúa en los 18.68 Euros por acción y que se perdió hace muchas semanas.
Por análisis de soportes y resistencias y lectura de MACD no se puede descartar una caída al segundo soporte indicado en los 16.200 Euros por acción o incluso 15.659. El reto más importante se presenta frente a los 16.600 que coincide con la Resistencia de la MA de 200 semanas. El pago de dividendos se va a producir el 7 de junio viernes; por lo que la volatilidad que se puede achacar a la mencionada caza de dividendos podemos empezar a descartarla. A partir de esta fecha, quedará un mes para presentación de resultados (26 Julio) y las primeras expectativas empezarán a impactar en el gráfico semanal y diario.
Tampoco podemos ignorar la situación difícil del IBEX. Por suerte la Beta de Grifols (relación del valor con su índice) es 0.6 por lo que no aprovecharía del todo una mejora en el selectivo español – también cotiza en el NASDAQ – pero, por el contrario, una caída del índice español no impactaría tanto en la farmacéutica como en el caso de betas cercanas y/o superiores a 1. Sea cual sea el resultado en unas semanas, casi podemos asegurar que los inversores de corto y medio plazo acabarán vendiendo debido a que compraron con una prima alta; el PER de Grifols, supera los 28 puntos y la pérdida anual del valor 14%.
