En 1907 se puso al frente de la lucha contra la crisis financiera, logrando unir a los principales bancos de Nueva York para inyectar liquidez a los mercados desesperados y evitar el colapso, incluida la compra de 30 millones de dólares en bonos de la ciudad de Nueva York.
Su gran fortuna también le sirvió para invertir en filantropía. Una de sus pasiones era el arte y al morir legó gran parte de su colección al Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York. Con su muerte en 1913, la Bolsa de Nueva York cerró hasta el mediodía de su funeral, algo poco común, ya que esté honor generalmente estaba reservado para los presidentes. Fue entonces cuando su hijo, J.P. (Jack) Morgan Jr., se convirtió en socio principal del banco más importante de Estados Unidos, J.P. Morgan & Co.
“Ve tan lejos como puedas ver. Cuando llegues allí, serás capaz de ver más lejos.”
J.P Morgan